Ciberseguridad en la movilidad: IA, amenazas y resiliencia – con Jacobo Fernández de Celering
En una nueva edición de Hablemos de Ciberseguridad conversamos con Jacobo Fernández, socio fundador y CISO de Celering, una startup tecnológica que está transformando la movilidad a través de soluciones digitales flexibles, sostenibles y seguras. Desde su experiencia como emprendedor y responsable de seguridad, Jacobo comparte su visión práctica sobre cómo construir una empresa tecnológica desde cero con la ciberseguridad como base cultural.
Una startup que crece sobre la confianza
Desde su nacimiento, Celering fija su objetivo en mejorar la movilidad de empresas y entidades públicas. Su plataforma permite optimizar rutas, reducir emisiones y ahorrar costes, combinando transporte bajo demanda con herramientas de análisis y planificación. Detrás de ese modelo hay una convicción clara: la tecnología solo tiene valor si es segura y confiable. Por ello, la compañía integró desde el principio medidas de protección y control en cada proceso.
“La seguridad de la información es transversal; está en la toma de decisiones, tiene un comité propio y está presente en todas las conversaciones”, explica.
Seguridad desde el primer día
Lejos de dejar la ciberseguridad para fases avanzadas, Celering priorizó la estructuración del código, la segmentación de accesos y la formación del personal desde el minuto uno. Uno de sus ejemplos más singulares es el phishing corner, un espacio interno donde los empleados comparten intentos reales de fraude por correo y aprenden a detectarlos sin miedo. “El humor ayuda a concienciar más que el miedo”, apunta Jacobo.
Prepararse para lo inevitable
El CISO de Celering reconoce que “la seguridad absoluta no existe”. En lugar de aspirar a la perfección, su estrategia se basa en resiliencia:
“Tenemos respaldos de información (online y offline), en distintas localizaciones, porque el ransomware es un hecho. Contamos con que lo vamos a tener e
intentamos que no nos impacte”. Además de medidas técnicas, la empresa cuida también el bienestar del equipo. “Si la gente está bien, es menos vulnerable”, explica, relacionando la ciberseguridad con la motivación y la cultura interna.
Innovación, IA y responsabilidad
Celering es nativa digital, y la inteligencia artificial forma parte de su día a día. Sin embargo, Jacobo es consciente de los riesgos que implica: “La problemática principal que vemos en la IA reside en la información que le estás aportando.”
Por ello, la compañía ha fijado políticas claras sobre cómo usarla: no introducir datos confidenciales, segmentar las consultas y asumir la responsabilidad del resultado.
Cumplimiento y madurez
La compañía ha logrado la certificación en el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) y avanza hacia la ISO 27001. Más allá de un requisito, Jacobo lo concibe como un ejercicio de madurez y transparencia.
“Queríamos hacerlo bien, no tener el papel por tenerlo, sino superar el reto real”, señala. Tanto con clientes públicos y como con privados, Celering ve en la regulación una herramienta para hacer las cosas mejor, obligándoles “a pensar de forma más estructurada.”
De la incertidumbre al aprendizaje
Emprender en tecnología es un camino delicado. Jacobo recuerda los momentos de incertidumbre, la paralización de su proyecto durante la pandemia y la persistencia como única salida.
“Hay piedras, nos hemos caído, nos hemos levantado, nos ha llovido encima, pero persistiendo hemos llegado donde estamos.”
Su historia muestra cómo la seguridad y la innovación pueden convivir y crecer en paralelo cuando se entienden como parte del mismo propósito.
“La seguridad absoluta no existe aquí, lo sabemos todos. Pero intentamos dar los pasos lo más seguros posibles.”
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