El Cloud lo invade todo
Los ingresos del Cloud a escala global no dejan de crecer y han cerrado 2021 con más de 400.000 millones de facturación. La incesante escalada ha arreciado en los últimos años de pandemia y consumo digital in-house.
Pero aún hay más para esta modalidad informática basada en redes de datacenter globales y compartidas. De hecho, se está popularizando la expresión ‘cloud-first’ en el mundo corporativo, como etiqueta rápida que viene a zanjar su planteamiento, y los analistas ya avanzan que en apenas tres años el 85% de las organizaciones habrá adoptado este enfoque de “primero la nube”.
Aquí se llegará, explican, porque desde ahora mismo el 95% de las nuevas cargas de trabajo digitales se implementarán en plataformas nativas Cloud, frente al 30% que lo hizo en 2021. Un crecimiento exponencial en muy poco tiempo que populariza las tecnologías Low Code o No Code en los próximos tres años.
Esta eclosión ha venido propiciada, en gran medida, por la máxima protección que ya reciben los entornos Cloud y de su acrónimo SASE, por Secure Access Service Edge. Esta modalidad de protección se centra en el borde de la red, para proteger los accesos a la información desde cualquier dispositivo, en todo momento y lugar.
Esta arquitectura de red que combina capacidades de VPN y SD-WAN, con funciones de seguridad nativas de nube, como gateways web seguros, agentes de seguridad de acceso a la nube, firewalls y acceso de red con “zero-trust”, está en claro ascenso y se prepara para convertirse en opción mayoritaria y multiplicar varias veces su tamaño de mercado.
Lo que está claro es que Cloud ya no es una opción, es mucho más que eso. Las organizaciones ya lo han visto y, de algún modo, lo han probado. En muy poco tiempo, casi todas lo habrán adoptado en cierta medida y adaptarán sus procesos y recursos para que estén alojados en la nube y alcancen en ese ámbito su máximo rendimiento y alcance.
