Inclusión, digitalización y ciberseguridad – con Ricardo Ruiz de Fundación Juan XXIII
En una nueva edición de Hablemos de Ciberseguridad conversamos con Ricardo Ruiz, director de Crecimiento de Mercado y Producto en la Fundación Juan XXIII, una organización referente en inclusión sociolaboral que lleva más de medio siglo apoyando a personas con discapacidad intelectual y enfermedad mental.
Inclusión integral a lo largo de la vida
La Fundación acompaña a las personas en todas las etapas vitales: desde la atención temprana en la infancia, pasando por la formación académica y profesional, hasta su incorporación al mundo laboral. El objetivo es claro: lograr la verdadera inclusión a través del empleo. Con más de 900 trabajadores —un 70% con discapacidad—, la organización ha desarrollado múltiples líneas de negocio que compiten en el mercado en igualdad de condiciones, desde el catering hasta los servicios de digitalización documental.
La transformación digital como motor
Ricardo destaca que la tecnología es clave para crecer y generar oportunidades de empleo inclusivo. La Fundación ha digitalizado procesos, implantado soluciones de CRM, recursos humanos y ticketing, y ha apostado por la innovación con proyectos de inteligencia artificial y realidad virtual orientados a mejorar la autonomía de las personas con discapacidad.
Ciberseguridad, una necesidad ética
La digitalización implica nuevos riesgos. La Fundación maneja información extremadamente sensible, lo que convierte a la ciberseguridad en un pilar estratégico. Con el apoyo de partners especializados como Factum, han reforzado sus sistemas y, sobre todo, han puesto el foco en la formación y concienciación de las personas, auténtico eslabón débil de la seguridad. “Los ciberdelincuentes no perdonan ni siquiera a una fundación con una labor social”, recuerda Ricardo.
Innovación con impacto real
La Fundación trabaja en alianza con universidades y grandes compañías tecnológicas para desarrollar proyectos que mejoren la vida de sus usuarios. Desde la aplicación de IA para simplificar tareas hasta programas de realidad virtual para superar fobias, su enfoque es claro: aprovechar la tecnología como palanca de inclusión, siempre con un uso responsable y adaptado a las capacidades de cada persona.
Cumplimiento normativo y mirada al futuro
Certificaciones como la ISO 27001 y los proyectos de adecuación a la protección de datos forman parte de un compromiso con la transparencia y la confianza. Mirando al futuro, Ricardo considera que la regulación de la inteligencia artificial será un “mal necesario” para establecer estándares comunes y garantizar un desarrollo seguro y ético.
Una invitación a colaborar
Más allá de su labor social, la Fundación abre sus puertas a empresas y organizaciones que quieran participar en sus actividades o apoyar sus líneas de negocio. “Colaborar con nosotros no es solo una cuestión de responsabilidad social corporativa, es una experiencia transformadora”, afirma Ricardo.
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